En la industria farmacéutica, el secado es una etapa esencial que implica la eliminación de líquidos de materiales o gránulos, generalmente mediante un secador de lecho fluido (FBD). Las bolsas de secado juegan un papel crucial en este proceso, ofreciendo beneficios significativos tanto en eficiencia como en calidad.

Las bolsas de secado, que se utilizan para contener los gránulos durante el proceso, se cuelgan dentro de la cámara de secado del FBD. El diseño de estas bolsas, a menudo en forma de dedo, es esencial para maximizar el espacio y la eficacia del secado. La elección del material, como algodón, nylon, polipropileno o satén, dependerá en gran medida de las propiedades de los gránulos. Este material debe soportar las condiciones de secado y filtrar el aire para evitar la contaminación del producto.

Al seleccionar bolsas de secado, se deben considerar varios criterios. La permeabilidad al aire es vital para un secado eficiente, y la resistencia a la electricidad estática es crucial para evitar la adhesión de gránulos. Además, el material de la bolsa debe ser químicamente compatible con el producto y durable para soportar el estrés mecánico del proceso. Las bolsas deben ser fáciles de limpiar y desinfectar, con un tamaño y forma adecuados para la cámara del FBD. El examen periódico de las bolsas es esencial para cumplir con los estándares de calidad, dada la delicadeza del tejido.

Las aplicaciones de las bolsas de secado se extienden más allá de la industria farmacéutica, llegando a sectores como la agricultura y la industria química. En Filtratex Grupo Testori fabricamos bolsas de secado con diseños y materiales que se ajustan a las normativas para garantizar un proceso de secado eficiente y seguro, asegurando la calidad y la integridad del producto según el sector.